El
clero en la Revolución Francesa
La
revolución Francesa fue uno de los acontecimientos más relevantes de la historia
de Francia del siglo XVIII y marcó la caída el Antiguo Régimen en la cual se
asentaba Francia, inmersa en una fuerte desigualdad de derechos, que ocasionó una
rigurosa separación de clases, aunque contaba con un notable crecimiento
económico.
Entre
estas divisiones, ocupando el primer puesto de poder del régimen de Francia, se
encontraba el Clero, constituido por 130 000 miembros y divido a su vez en el
clero alto y el clero bajo, determinadas por la economía, el rango
social y su preparación académica. Ambos estaban exentos de los impuestos de la
Taille, aunque la iglesia había decidido
que cada cinco años debían pagar una
contribución voluntaria.
La
iglesia obtenía sus riquezas de las rentas, diezmos y donaciones que había obtenido por varios siglos y llegó
a obtener inmensas extensiones territoriales ya que no podía venderlas, debido al deseo de sus donadores.
Esta poseía la séptima parte de las
tierras de pastoreo y labranza, empero su riqueza no se utilizaba para su aumento económico, sino que este era
utilizado nuevamente para la tierra, así como para la construcción de edificios
y a la beneficencia; para ser un poco más exacto llegó a obtener del 6 al 10
por ciento de las tierras y además los miembros del clero se beneficiaban con
privilegios fiscales provenientes del impuesto real dependiendo del rango
eclesiástico correspondiente.
El
siguiente ensayo pretende explicar las divisiones del clero (clero alto y clero
bajo) para determinar su papel político y privilegios concernientes a cada
estrato, así como identificar los procesos del Clero y las principales
consecuencias que este obtuvo en la
Revolución Francesa, para reconocer su importancia en los procesos
revolucionarios de 1789.